La hipertensión es un problema de salud que afecta a un 35 por ciento de la población, adulta, es decir, que cerca de 10 millones de españoles la padecen y una gran parte, ni siquiera lo sabe. Los expertos definen la hipertensión cuando la presión arterial está por encima de los 140/90 mmHg. Se trata de una dolencia que no tiene síntomas, pero que puede provocar problemas cardiacos, renales o incluso cerebrales, y la mejor receta para prevenir y reducir su incidencia es, sin duda, la combinación de ejercicio físico y dieta saludable.

Así, en el caso de que la hipertensión sea moderada, una alimentación adecuada y cambiar la vida sedentaria por una mayor actividad puede ser suficiente para controlar esta dolencia, ya que esta comprobado que el estilo de vida y la dieta son muy influyentes en los niveles de presión arterial que presentan las personas. No obstante, en el caso de que el cambio de vida no sea suficiente, existen hoy en día un gran número de medicamentos que permiten controlar la hipertensión. En este caso, es importante acudir al doctor para que le recomiende el tratamiento adecuado.

En cualquiera de los dos casos, el ejercicio y la dieta siguen siendo prácticas altamente recomendadas para este tipo de pacientes, además de evitar el consumo de tabaco y alcohol. En concreto, en el caso de la actividad física, no es necesario apuntarse a un gimnasio ni hacer deporte de forma intensa. Basta con caminar una hora al día, una práctica muy recomendada tanto para los pacientes hipertensos como para el resto de la población, y que si se lleva a cabo de forma continuada, da resultados muy positivos.

En cuanto a la alimentación, uno de los puntos esenciales es moderar la ingesta de sal al cocinar. Para ello, se puede dar más sabor a las comidas mediante otras especies, hierbas o con aceites con sabor, como es el caso del de oliva. Hay que estar pendientes de las etiquetas, porque muchos productos envasados contienen grandes cantidades de sodio, que hay que rechazar, así como las carnes saladas o ahumadas como son la panceta, el jamón, los embutidos y el tocino.

Los pacientes hipertensos deben tener un control rutinario de la presión arterial. Para ello, los expertos recomiendan la automedición en casa, tanto por la mañana como por la tarde. De este modo, también cabe mencionar una serie de consejos para tomarse uno mismo la tensión.

Es importante escoger un ambiente tranquilo, y evitar realizar la medición ante situaciones de estrés o justo después de hacer ejercicio. Antes de tomar la tensión, hay que estar cinco minutos en reposo, y una vez se realice la medición, ésta se debe hacer en una postura cómoda y en el brazo que dé los resultados más altos. Mientras que se efectúa la medición no se debe mover el brazo y una vez aparezcan los resultados, se tiene que anotar para comentarlos posteriormente con el médico en la consulta.